martes, 7 de junio de 2011

GANANDO BATALLAS DESPUÉS DE SU MUERTE



LOS admiradores de Dino Battaglia estamos, en verdad, de enhorabuena. Y es que, a través de diversos medios informativos, hemos podido saber que en Bélgica se ha otorgado un premio internacional al Frate Francesco e i suoi fioretti, que el dibujante veneciano realizó por entregas en 1974, para la revista Il Messagero dei Ragazzi, antes de que viera la luz en formato álbum.

Influidos, sin duda, por la reciente y magnífica edición que Mosquito ha realizado en Francia de esta obra maestra del fumetto —de la que ya dimos noticia en su momento—, los miembros del Centre Religieux d'Info et d'Analyse de la BD de Bruselas (CRYABD) decidieron crear el Prix Européen de la BD chrétienne, siendo precisamente el San Francesco de Battaglia el primer título galardonado con el mismo. Las razones están bien claras: se trata de una obra maestra que sigue tan vigente hoy día como en el momento de su creación, y en ella destacan de manera innegable su absoluto valor estético y moral. Según el propio jurado el premio "consagra una obra mayor europea en traducción francesa".



El Centre Religieux lleva años premiando historietas basadas en temática religiosa cristiana o en asuntos relacionados con los valores humanos. Sin embargo, ésta ha sido la primera vez que el jurado ha dado el salto, pasando de los tradicionales galardones que otorga la entidad —definidos por su carácter más limitado (Prix International de la BD Chrétienne Francophone, Prix de la BD Chrétienne Flamande, Prix du Jury Oecuménique de la BD a obras de temática no estrictamente cristiana)—, a otro de tipo supranacional (en este caso europeo).

La entrega del nuevo premio se realizó el pasado 3 de junio, en el marco de los actos celebrados en Strasbulles, Festival Européen de la bande dessinée de Strasbourg, siendo sus receptores Laura Vescovi de Battaglia —viuda del autor veneciano, colorista y coguionista de Frate Francesco—, Michel Jans, editor de Mosquito y la editorial Messagero de Padua, en la que trabajaba el padre Giovanni M. Colasanti —guionista con Laura— y donde apareció publicada originalmente esta obra imperecedera de la historieta europea.

La noticia completa y original puede verse aquí y aquí.



Es gratificante —y no deja de resultar sorprendente— ver cómo la obra de Battaglia, a pesar del tiempo transcurrido, sigue no sólo despertando la admiración entre las sucesivas generaciones de lectores y aficionados, sino favoreciendo la aparición de iniciativas como ésta, que no hacen sino reforzar y confirmar su grandeza. Y es que únicamente los verdaderos clásicos —condición que el dibujante veneciano cumple de sobra por muy variadas razones— son capaces de seguir ganando batallas después de habernos dejado. Por desgracia, el hombre Dino abandonó este mundo hace ya muchos años; demasiados. Pero nos queda, imperecedera, su obra. Y ésta parece que perdurará durante mucho tiempo. ¡¡Larga vida, pues, al arte inimitable de Battaglia!!

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